Kiki y su hermano mayor Toni están tristes porque tienen que dejar a su familia en Cuba para emepezar una nueva vida en Miami: En unos pocos años, Kike se acostumbra a la vida en Estados Unidos y a su familia de acogida.
Cuando sus padres lo reclaman se siente partido en dos, entre su familia en Estados Unidos y sus padres, que son virtualmente extraños para él.